Las organizaciones que integran la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), de la que forma parte Cáritas Española, se han sumado a la celebración, el 7 de octubre, de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente.

En un manifiesto, la ITD denuncia lo “doloroso” que resulta constatar que “en pleno 2025, tras décadas de luchas obreras y sociales, aún tengamos que reclamar lo esencial: un salario justo, entornos de trabajo seguros y saludables, respeto a los horarios y al descanso, así como igualdad de trato sin discriminaciones de género, origen o situación administrativa”.

La iniciativa también recuerda que el trabajo que hoy en día se genera no abre camino a la inclusión. “Jóvenes, mujeres, familias con menores a cargo y personas migrantes se enfrentan a mayores riesgos de pobreza y exclusión social, incluso teniendo empleo”, señala.

Por ello, reclama la continuidad del diálogo entre todos los agentes implicados en la mejora de las condiciones laborales hasta alcanzar el trabajo decente. “El trabajo decente expresa la dignidad de toda persona, es libremente elegido, contribuye al desarrollo comunitario, garantiza el respeto sin discriminación, sostiene a las familias y asegura condiciones justas en la jubilación”, recuerda el manifiesto.