El Centro de Salud Mental Ranquines (proyecto diocesano coordinado por Cáritas Salamanca) celebró, el pasado mes de septiembre, su octavo aniversario: ocho años de camino que buscan ser “un lugar donde la exclusión se convierta en recuperación”, en palabras de su coordinador, José Manuel Lázaro.

Durante 2024, el Centro de Día Ranquines, en Salamanca, atendió a 98 personas de áreas urbanas (58) y rurales (26). Asimismo, 10 participantes recibieron acompañamiento en pisos de apoyo y 64 personas fueron atendidas en entornos rurales. El tiempo medio de permanencia en el proyecto es de 3,9 años para hombres y 2,8 años para mujeres, lo que evidencia un acompañamiento estable y prolongado.

No obstante, siguen existiendo retos importantes: el 26,2 % de los participantes está en riesgo de exclusión habitacional, las mujeres muestran una mayor vulnerabilidad y los entornos rurales presentan aislamiento y falta de recursos. Por ello, Ranquines continúa trabajando para abrir caminos hacia comunidades rurales olvidadas, romper el estigma asociado a la salud mental, acompañar a jóvenes y reforzar la red de apoyo comunitario.