Un voluntariado muy presente que mira al futuro
Con 70.000 personas voluntarias y 5.000 contratadas, la identidad de Cáritas es llevar a cabo la acción social de la Iglesia, y hacerlo, sobre todo, desde el voluntariado. 2026 será el Año Mundial del Voluntariado, y una excusa para detenernos y reflexionar sobre cómo son los voluntarios y voluntarias de Cáritas y cómo prevemos que serán en el futuro.
María José Pérez de la Romana. Equipo de Sensibilización de Cáritas Española

Una Cáritas más abierta
El futuro que queremos es inclusivo, que nadie se quede atrás, y para ello es necesaria una Iglesia que sea la buena samaritana que se detiene a atender a quien está en los márgenes de la sociedad. Esa acogida y atención necesita de manos y corazones abiertos, y eso es el voluntariado de Cáritas, que hoy es más diverso que nunca.
“Por un lado, tenemos a quienes participan desde su fe, en la parroquia, y por otro lado, hay un número creciente de jóvenes que se acercan interesados por los proyectos, por la acción en sí y que no les llama necesariamente la fe -explica José Luis Graus, responsable de Voluntariado de de Cáritas Española-. Eso nos invita a ser una Cáritas más abierta y atenta, porque todas las personas son válidas desde el respeto, y porque el encuentro entre las personas es una oportunidad para conocer a Jesús”.

Y un voluntariado diverso
La realidad social en la exclusión es enorme y tan variada que hay espacio para todo tipo de voluntariado. La atención es crucial, por eso Cáritas, ofrece formación y escucha, que no necesariamente viene de la mano del personal contratado. En muchas ocasiones son los propios grupos de voluntarios quienes acompañan y forman a otros voluntarios, y se produce ese encuentro en la diversidad y en la diferencia generacional, por ejemplo. El tipo de compromiso es diferente, acorde con la forma de vida en la actualidad, ni mejor ni peor. Por eso es necesario adaptarse a los nuevos tiempos y a la realidad de quienes quieren prestar parte de su tiempo a acompañar a otras personas que lo necesitan.

El voluntariado por el que Cáritas apuesta es aquel que trabaja por:
01 DESVELAR
Las injusticias y no silenciarlas, porque nuestro voluntariado es denuncia profética y consuelo para quienes se encuentran en las periferias de la vida.
02 VINCULAR
Porque tienden puentes entre orillas que parecen lejanas. El voluntariado es ese puente humano que escucha y acompaña.
03 PARTICIPAR
Vivir la fe en comunidad. El voluntariado de Cáritas es acción social, pero también vida cristiana en el barrio, en la parroquia, en el entorno.
04 RECREAR
Que es soñar con los ojos abiertos, porque nos mueve la utopía, la esperanza de un mundo mejor, inclusivo, para todas las personas. Implica empezar a construir el Reino de Dios aquí y ahora.
Y por todo lo anterior:
05 CELEBRAMOS LAVIDA
Porque el voluntariado es experiencia de Dios, en el que cada fracaso nos enseña a ser mejores, cada éxito es una victoria de todos, celebramos que no estamos solos porque formamos parte de una comunidad de reciprocidad, que se apoya, llora y ríe junta, que comparte con otras entidades y comunidades, que se acompaña siempre. Y todo eso hay que celebrarlo.

2026, Año del Voluntariado
En el umbral del Año Mundial del Voluntariado, Cáritas ha hecho un diagnóstico para conocer la realidad en la que se encuentra y establecer retos hasta 2030. Es un momento de cambios sociales, de gran pluralidad y de formas muy diferentes de acercarse al voluntariado de Cáritas. Su identidad sigue intacta, pero las puertas están abiertas para acoger y continuar la comunidad como espacio humano para compartir la vida y la fe. No importa tanto la razón que atraiga a las personas, pero sí se pedirá respeto mutuo y compromiso.
Voluntarios más protagonistas
Es una Cáritas más abierta y flexible que se adapta a los nuevos tiempos, pero con la tarea de seguir haciendo lo mismo (acompañar a los participantes) con formas nuevas. Para ello se ha pensado una estrategia en la que los voluntarios participan con un papel muy activo. José Luis Graus nos dice que su objetivo es “generar diálogo entre las personas voluntarias de manera que al final quede claro qué es lo que cada una de ellas quiere y puede hacer. Se trata de conseguir un voluntariado más operativo en su acción, más participativo y más responsable también de otros voluntarios además de los participantes”.
Las Cáritas Diocesanas ya están en el proceso, a distintos ritmos, cada una desde su realidad y desde sus necesidades, en todo su territorio, ya sea urbano o rural, para acompañar a personas mayores, a la infancia, a personas que se encuentran en prisión, a mujeres en situación de prostitución o a personas sin hogar, a migrantes que necesitan iniciar una nueva vida, a personas que buscan empleo… “El Reino de Dios es como un grano de mostaza…”



