Miriam Etxea es el nombre que ha elegido Cáritas Guipúzcoa para su nuevo hogar, destinado a acompañar a mujeres adultas que viven situaciones de desprotección y exclusión social. El acto de inauguración del centro, que ocupa el antiguo convento de las Agustinas de Errenteria —cedido por la comunidad religiosa a la Diócesis de San Sebastián—, ha tenido lugar este mes de diciembre y ha contado con la presencia del obispo Fernando Prado; el vicario general, Mikel Aranguren; la comunidad de Agustinas; el equipo profesional y voluntario de Cáritas; así como numerosas personas que han querido sumarse a esta jornada.

El nuevo centro nace como un signo diocesano que pone el broche final al Jubileo de la Esperanza y responde al deseo del obispo de crear un espacio seguro donde las mujeres vulnerables puedan sentirse en casa, reconocidas y acompañadas. Las seis primeras residentes, migrantes de entre 30 y 45 años, llegan con historias marcadas por la falta de derechos, la ausencia de redes y distintas formas de violencia, situaciones que las mantienen en una exclusión «invisible». Miriam Etxea ofrece habitaciones individuales, espacios comunes y la posibilidad de empadronarse, un paso clave para iniciar su proceso de inclusión.