La Confederación Internacional de Caritas ha denunciado los recortes en la ayuda al desarrollo por parte de algunos países. La reciente decisión del Reino Unido de reducir su presupuesto en un 40% es solo un ejemplo de lo que Caritas Internationalis califica como “una cruel indiferencia” hacia las personas más pobres del planeta.

Además de la decisión de Estados Unidos de congelar su ayuda al desarrollo, otros Estados como Francia, Países Bajos, Suiza, Alemania y Reino Unido han reducido los fondos de la ayuda al desarrollo en 12.500 millones de dólares. Esto ha tenido ya “consecuencias devastadoras”, como la suspensión de programas de alimentación en África y Oriente Medio o el colapso de los servicios médicos en Kenia.

Alistair Dutton, secretario general de Caritas Internationalis, pidió a los Gobiernos revertir estos recortes, recordando que dedicar el 0,7% del PIB a la ayuda internacional es un objetivo que debe mantenerse. “No se trata de política, sino de humanidad”, afirmó.