Honor, responsabilidad, privilegio y privilegiada, confianza, dolor, son algunas de las expresiones o palabras que nacen del corazón al recordar la experiencia de años pasados.

Pilar Laguna, Profesora de Economía Financiera y directora del Observatorio de Educación de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid

Una experiencia
enriquecedora

Participar como embajadora de la iniciativa “Ellas somos nosotras”, de Cáritas Española, ha sido una experiencia muy enriquecedora e interesante. Me ha permitido acercarme mucho más a la realidad de mujeres que, como yo, tienen derechos pero que, a diferencia de mí, sufren muchas situaciones de desigualdad injustificables, pero reales.
He podido ayudar a dar visibilidad a Fatimata, de Burkina, una adolescente como mi hija. Sí, iguales; pero Fatimata tiene que ir a buscar el agua con garrafas, o dejar su casa, su pueblo, cada vez que están en peligro por la enorme falta de seguridad. Qué suerte la nuestra.

Me emocionaba viendo los vídeos, sabiendo que es una realidad tan dura… Debo reconocer que también he sentido impotencia, pero no de la que paraliza, sino de la que te hace dar gracias a Dios por la suerte que tenemos y te empuja a pasar a la acción. Todos tenemos mucho que aportar y os invito a mirar a vuestro alrededor y mirar por dónde podéis empezar. Cáritas es un buen sitio para hacerlo.

Fabiola

En 2024 tuve el privilegio de hablar sobre Fabiola, de Bolivia, “una mujer ciega que siempre supo que su ceguera no le impediría aprender un oficio; solo era cuestión de buscar otras formas para ‘ver’ los puntos que tejía”. Nosotros sí que estamos ciegos si no somos capaces de cambiar la mirada, de entender que todas las mujeres deberían ser iguales en las oportunidades, sean las que sean sus capacidades.

En la Universidad ayudamos a nuestros estudiantes a emprender y en muchas ocasiones llegan paralizados por la dificultad. Cuánto coraje en la sonrisa de Fabiola, luchadora, siempre sonriendo. Da que pensar. Su testimonio me llevó a reflexionar, incluso diría más, a cambiar la perspectiva de muchos de mis planteamientos en estos temas.

Orgullosa embajadora

He sido una orgullosa embajadora, pero también debo decir que agradecida embajadora porque he podido conocer de primera mano el trabajo que se hace desde Cáritas. No es lo mismo que te lo cuenten a vivirlo en primera persona, sentir que solo con tu voz o tus redes sociales puedes ayudar a que otros conozcan estas realidades. Tener la oportunidad de abrir a la Universidad Rey Juan Carlos a la iniciativa “Ellas somos nosotras” es una oportunidad para que, con el testimonio de Fabiola, los jóvenes sientan, que sean las que sean las barreras, se puede emprender, ya no hay escusas.

Antes de terminar es obligado el reconocimiento por esta iniciativa a Manuel Bretón, presidente de Caritas Española, a María Ángeles García, coordinadora del Equipo de Relación con Donantes e Instituciones y a todos los que lo hicieron posible. Gracias por creer que podía ser embajadora. Ojalá pueda seguir aportando y recibiendo tanto, muchos años.