La llegada a una nueva ciudad, sobre todo una tan grande como Barcelona o Madrid, puede ser muy difícil. Si, además, vienes de otro país y en circunstancias precarias, la adaptación al entorno se complica. Por eso, iniciativas como “Miremos adelante”, que Cáritas puso en marcha hace ya cinco años en la Parroquia del Buen Pastor, en Barcelona, son siempre una buena noticia para los recién llegados.

Se trata de encuentros semanales en los que las personas atendidas por Cáritas y las voluntarias comparten un café, explican sus vivencias, se ofrecen consejos y ayuda, y realizan visitas por el barrio del Buen Pastor para conocer el entorno. “Aquí venimos a comer y a reír. También a llorar, si lo necesitamos”, dicen. La mayoría definen el proyecto como una “familia” formada por gente de todo el mundo que, por diferentes circunstancias, han recalado en este barrio obrero de Barcelona.